jueves, 24 de enero de 2013

El riesgo de emprender hoy


Últimamente leemos y escuchamos muy a menudo el siguiente argumento:

"Emprende, ¡anímate!, lanza tu propio negocio y crea una salida profesional a tu medida".

No podría estar más de acuerdo con estas palabras, de hecho creo que los emprendedores son el motor de la economía y de un país. Sacrificar todos los derechos laborales adquiridos como trabajador por cuenta ajena, dejarlos de lado y lanzarse a la aventura con capital propio haciéndose autónomo, es de auténticos valientes. Esa valentía y esa sensación de estar solo ante el peligro con las únicas armas de la propia capacidad, paciencia y destreza hacen que solo pueda quitarme el sombrero ante un emprendedor. En el pasado esa exigencia tan dura pedía ser cauto y estar completamente convencido. Era de mucha utilidad que aquellos autónomos de toda la vida te dijeran con una sonrisa:

"¿Estás seguro de lo que vas a hacer? ¿De verdad quieres tener una jornada laboral interminable, apostar tu dinero, quedarte sin paro si va mal la cosa, hacer mucho papeleo a diario, pagar impuestos hasta por respirar y lidiar con personal si alguna vez tienes la inmensa suerte de poder permitírtelo?"

Yo me convertí en emprendedor en el año 2005. Acepté el reto y a pesar de lo que dejaba atrás reconozco que la ilusión me salía por cada poro de mi piel. A partir del 2005 he emprendido varios proyectos de todo tipo, algunos empresariales, otros asociativos y varios 100% internet. El paso del tiempo me ha dado experiencia, mesura y he llegado a la conclusión de que no emprendí en 2005 sino que siempre fui emprendedor.

Todo empezó bastante antes. Llegado a un punto de mi carrera profesional di el paso y me hice autónomo pagando el precio. Hoy he de reconocer que el precio ha sido muy alto. Nada de lo que me dijeron aquellos autónomos de toda la vida se acercó remotamente a lo que realmente ha sido. Y lo digo desde el orgullo sintiéndome afortunado por estar capeando el temporal en estos tiempos de terrible crisis.

Sí, son tiempos difíciles en todos los sentidos. No niego que en el pasado las dificultades también fueran grandes pero hoy, además de la crisis económica que está arrasando de forma virulenta el tejido empresarial de nuestro país, se le ha de sumar una serie de aspectos externos relacionados con la moral que resultan demoledores y que dejan al Lazarillo de Tormes a la altura de un caballero educado, con valores y honor. No, me niego a seguir por esta línea argumental porque empezaría a hablar de política y creo que debo ser correcto en mi blog. Simplemente diré que lo que está ocurriendo en nuestro país es simplemente INACEPTABLE. Y añado que no solo es culpa de los políticos. Deberíamos hacer auto-crítica ya que en realidad son fiel reflejo de la ciudadanía a la que representan, por mucho que nos pese.

Este escenario muy poco favorable exige que informemos bien y de forma sincera a todo aquel que esté dispuesto a emprender. Ante la tentación de hacer míos los argumentos de aquel viejo autónomo creo que sería más justo actualizarlos y resumirlos en los siguientes:

1.- Cuando eras trabajador por cuenta ajena, ¿te has preocupado por la rentabilidad, productividad e incluso por las cuentas relacionadas con tu trabajo diario preocupándote de ser rentable? Si nunca te interesó y siempre alegabas que tu sueldo era tu derecho: no te hagas emprendedor.

2.- ¿Estás dispuesto no ya a ampliar tu horario laboral sino a vivir con tu empresa o tu trabajo como si se tratara una pesada mochila que no te puedes quitar ni para dormir? Si te gusta desconectar: no te hagas emprendedor.

3.- ¿Te gusta aprender de todo un mucho y además todo el tiempo? Si para ti se acabó lo de aprender cuando terminaste los estudios: no te hagas emprendedor.

4.- ¿Entre tus virtudes se encuentran el poder de convicción, la paciencia, la tolerancia al estrés, la creatividad y el ingenio? ¿No? Pues no te hagas emprendedor.

5.- ¿Aceptas poner sobre la mesa todo lo que seas capaz de crear y jugártelo todos los días en la ruleta? En caso contrario: no te hagas emprendedor.

6.- ¿Te consideras una persona capaz de resolver los problemas basándote en valores firmes? ¿Te cuesta recular, enfrentarte a los problemas de cara o incluso adaptarte a las circunstancias? En tal caso: no te hagas emprendedor.

7.- ¿Crees que en los negocios siempre rige el principio de bien compartido y que la respuesta de los demás siempre será así, lógica y buscando el beneficio mutuo? Lo siento pero una gran mayoría de compañeros no se basa en estos principios y es algo que deberás tener en cuenta cada día. No, no te podrás aferrar ni a algo tan básico. Si crees que no podrás lidiar con algo así: no te hagas emprendedor.

8.- ¿Tienes poder adquisitivo? Debes valorar la posibilidad de no ganar ni un euro los primeros meses si montas un comercio o incluso un año si tu empresa es de servicios. Piensa también que pasa si sale mal. No tendrás paro. Si no tienes un plan B mejor no te hagas emprendedor.

9.- ¿Te incomoda la soledad? Lo has adivinado: no te hagas emprendedor.

10.- ¿Te resulta imposible separar tus sentimientos o sensaciones del momento de lo que son obligaciones, por ejemplo mostrando una sonrisa cuando lo que el cuerpo te pide es todo lo contrario? Mejor no te hagas emprendedor.

Estas 10 ideas podrían ser muchas más pero creo que bastan como resumen del fondo de la cuestión.

Ante la frivolidad de argumentos como el de "lánzate, anímate y emprende" hoy ha de prevalecer la información real y detallada. Solo puede triunfar un emprendedor que sabe a lo que se enfrenta en realidad. Lo que nos vendió durante años Hollywood no es verdad, o al menos no lo es en España. Tener unos sólidos valores y capacidad de trabajo no es suficiente. Sin embargo hoy más que nunca este país necesita emprendedores. Ante el riesgo de parecer pesimista o de querer disuadir de emprender, quiero negar la mayor, y si ante los 10 puntos has dado respuestas positivas y además asumes el riesgo con todas sus consecuencias, ahora sí, yo te digo:

"Emprende, ¡anímate!, lanza tu propio negocio y crea una salida profesional a tu medida".